La tecnología de los metales nos puede ilustrar dos extremos de la historia de la humanidad. Las historias del oricalco y el coltán nos llevas de la mítica Atlántida a las consecuencias de la tecnología necesaria para los celulares.
Refugiados de la Segunda Guerra del Congo, el segundo genocidio en cantidad de víctimas después de la Segunda Guerra Mundial, alimentado económicamente por la extracción, comercio y contrabando de coltán.
Por Diego Manuel Ruiz*